Fisiología y nutrición durante el período de transición

El período de transición abarca desde los 5 a 7 días antes del parto hasta los 3 a 5 días posteriores. Es una etapa que requiere especial atención, ya que durante la misma ocurren cambios fisiológicos sustanciales tanto en la cerda como en sus lechones, los cuales impactan directamente en la productividad.

En los últimos años, el incremento en el tamaño de camada ha venido acompañado de una mayor tasa de mortalidad de lechones durante la lactancia, lo cual representa no solo una de las pérdidas económicas más significativas, sino también una preocupación relevante en términos de bienestar animal. Además, la producción de leche en cerdas hiperprolíficas suele ser un factor limitante para el crecimiento óptimo de los lechones.

Por lo tanto, una nutrición adecuada durante este período es fundamental para optimizar la supervivencia y el desarrollo de los lechones, así como la productividad y el bienestar de la cerda.

Cambios fisiológicos durante el período de transición

Durante este período, ocurren importantes cambios fisiológicos que afectan el útero, la glándula mamaria y el hígado de la cerda.

Útero:

  • Se prepara para la expulsión de los lechones, los cuales experimentan un rápido crecimiento en esta etapa.
  • Expulsa la placenta.
  • Inicia el proceso de involución, reduciendo su tamaño tras el parto.

Glándula mamaria:

  • Presenta un crecimiento acelerado con el objetivo de producir calostro y, posteriormente, leche.

Hígado:

  • Sufre adaptaciones fisiológicas significativas que apoyan los cambios metabólicos de esta etapa.

Estos cambios implican una rápida modificación de los requerimientos nutricionales, lo que hace necesario un enfoque nutricional específico durante el período de transición.

Contenido del artículo

Nutrición y crecimiento fetal

Durante los últimos días de la gestación, los fetos experimentan un marcado aumento de peso. Por lo tanto, es crucial optimizar tanto la cantidad como la composición de la dieta de la cerda para cubrir sus necesidades y evitar la movilización excesiva de reservas corporales, lo cual podría comprometer su futuro desempeño reproductivo.

Energía para las contracciones uterinas

Para que el parto se desarrolle de forma rápida y los lechones tengan un riesgo mínimo de asfixia, es fundamental que las contracciones uterinas sean sostenidas y eficaces. Este proceso depende directamente del suministro energético. Si la cerda agota sus reservas durante el parto, las contracciones pueden debilitarse, prolongando el proceso y aumentando la incidencia de lechones nacidos muertos o débiles.

Dado que la cerda atraviesa cambios fisiológicos y metabólicos drásticos en esta etapa, sus requerimientos nutricionales también se modifican. Para asegurar una provisión adecuada de nutrientes en el momento del parto, se recomienda:

  • Proveer la cantidad adecuada de alimento.
  • Distribuir al menos tres comidas diarias para evitar periodos prolongados sin ingesta.
  • Incluir niveles adecuados de fibra en la dieta, ya que la constipación puede interferir negativamente en el desarrollo del parto.

Nutrición y desarrollo de la glándula mamaria

Durante el último tercio de la gestación, el tejido adiposo y el estroma de la glándula mamaria son reemplazados por tejido glandular funcional, capaz de sintetizar y secretar leche. La nutrición de la cerda en esta fase es esencial para asegurar el adecuado desarrollo mamario, lo cual es clave para una buena producción de calostro y leche.

Se ha demostrado que niveles nutricionales inadecuados entre los días 75 y 90 de gestación (ya sea por exceso o deficiencia) reducen significativamente el parénquima mamario, es decir, la porción de la glándula que contiene las células productoras de leche.

Adicionalmente, ciertos ingredientes de la dieta pueden afectar la concentración de prolactina, hormona esencial para el desarrollo mamario y el inicio y mantenimiento de la lactancia. Por tanto, deben evitarse aquellos ingredientes que puedan disminuir sus niveles durante el período de transición.

Conclusión

Las demandas metabólicas de las cerdas hiperprolíficas son elevadas durante el período de transición. Una nutrición adecuada en esta etapa resulta esencial para favorecer el desarrollo de la glándula mamaria, mejorar la producción de calostro y leche, y maximizar la supervivencia y el desarrollo de los lechones.

En un contexto de alta prolificidad, optimizar la alimentación en el período de transición es una herramienta clave para mejorar el desempeño reproductivo y productivo de la cerda, y asegurar el bienestar de la camada.

*Referencias disponibles a su solicitud

M.V. Valentín Aguet – Técnico Comercial Nutrifarms

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